"Al menos, tu voz"
Leía, mientras comía, una columna escrita por Ángel Gabilondo hace meses en la revista Psychologies: “Al menos, tu voz”. Como veis, el retraso en mis lecturas de ocio, es total, esta revista en concreto, la tengo pendiente desde el mes de noviembre. El caso es que hoy, mientras comía, en vez de leer a Marvin Harris (ya que tengo una cita con él en septiembre) tomé de la bandeja de mi mesa dicha revista.
(…)“Parece provenir de algo otro que uno mismo y que le es más interior que cualquier adentro. Empieza por resonar en quien se ve envuelto por lo que oye y que parece provenir de sí. Todo vibra y nos vemos atravesados por un sentir que busca componerse y trata de huir de nosotros hasta alcanzar a alguien. En realidad, la voz conforma y configura nuestro propio rostro y aspira a llegar a ser palabra.”
Estas palabras escritas con tanto acierto y leídas más tarde, en voz alta, en mi salón, cobran vida y resuenan en mis oídos de una forma tan atractiva, que caigo, o mejor dicho, me elevo, al pensar que la voz, ciertamente, ofrece, sintoniza… como dice Ángel Gabilondo: “la carne se hace verbo en ella volviendo del revés el misterio”.
¿Quién no se ha dejado arrullar por una voz? ¿Quién no ha buscado refugio en un cálido articular? ¿Quién no ha soñado y dejado acariciar lo más íntimo de uno mismo ante un dulce entonar?
La voz humana, el único instrumento musical capaz de transmitir palabras…
En mi memoria estallan voces que constituyen mi pasado y tienen aroma propio, voces que resuenan en mis oídos no tanto por lo que dicen sino por la mano que toca mi alma, otras forman parte del presente y conforman mi hogar; a veces añoro voces en el murmullo que oigo en cada silencio...
No hay nada como un paseo por el bosque o en su defecto un parque, para escuchar esas voces que pugnan por salir. Es el contacto con la naturaleza lo que lo hace posible, es el contacto con uno mismo lo que ha lugar. Tal vez esas voces que gritan en silencio y aspiran a ser palabra hablen de ti, o tal vez sólo busquen el medio para alcanzar a alguien, lo que no hay duda es que todos necesitamos oír esa voz...
(…) “Si no hay mucho que decir, al menos tu voz. Léeme, siquiera un texto ya dicho. Llama, aunque sea por error para preguntar equivocadamente. Recita, canta o cuenta esa historia que es ya la leyenda de vidas siempre por vivir. Pero dame tu voz, que es poético decir que no necesita remitir a contenido alguno. La voz es ya en sí misma un sentido singular. Déjame dormir en ella. Y, cuando sea preciso, fallecer al arrullo de su despedida”.
Ángel Gabilondo
Comentarios
Dejala salir yo la hago.
un abrazo
Me encanta sentir el susurro de una voz, que te llega al alma y te atraviesa la piel..
Besos muy cálidos linda
y besos bella
besines,
Hermoso
MentesSueltas
beso
La voz es la mitad de la escencia,
si se sabe conjugar con las palabras adecuadas,el verbo se hara carne.
muy buen texto!!!
las voces; energia, suzurros que ciertamente tienen un poder... y que pueden llevarnos a soñar...que duda cabe...te espero nuevamente y como siempre; Claudio
La mía ahora, está tomada por un constipado que la ha vuelto más ronca. Me gusta.
Y me quedaría con ella.
Pero no quiero vivir a cambio pegado a un kleenex.
Un beso.
Pete Vicetown
Besitos :-)